"No hemos recibido presión de nadie", manifestó la canciller durante una conferencia de prensa con su par de Dinamarca, Kristian Jensen, de acuerdo a un comunicado de su ministerio.
El Gobierno uruguayo de Tabaré Vázquez acusó al Ejecutivo interino de Brasil, conducido por Michel Temer, de querer "comprar el voto de Uruguay" a cambio de futuros acuerdos comerciales para impedir que el traspaso culminara en Venezuela, como le corresponde.
Malcorra se limitó a señalar que su ministerio trabaja en estos días "para lograr que este impasse que se da en el Mercosur por el tema del traspaso se resuelva rápido".
"Tenemos nuestros equipos técnicos dedicados y yo misma dedicada al tema", añadió.
La ministra constató el "trabajo fuerte" al que se ha abocado su ministerio "para resolver la cuestión", y manifestó que Argentina es un "firme creyente" del Mercosur.
"El marco de referencia del Mercosur fija las necesidades de cumplimiento pero no determina exactamente cómo manejar los incumplimientos, entonces eso es lo que vamos a tener que armar a partir del consenso", continuó la ministra.
Una posibilidad es extender el plazo de cumplimiento; las alternativas son darlo por incumplido, o bien "extender con ciertos condicionantes", señaló.
Estas opciones deben ser discutidas por los Estados miembros del Mercosur, añadió Malcorra, quien indicó que para fortalecer el bloque comercial hay que "unificar posiciones".
"Los coordinadores nacionales han decidido que entre el 12 y el 23 de este mes es el tiempo que se necesita para ofrecer alternativas a los cancilleres", agregó.
Ajeno a la polémica, el canciller de Dinamarca rescató el interés argentino por avanzar en un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, y respaldó la iniciativa como una "oportunidad" que permitirá el acercamiento de las partes "cada vez más".
Uruguay se mantiene en su postura de considerar a Venezuela el legítimo presidente pro tempore del Mercosur, mientras que Brasil reaccionó llamando a consultas al embajador uruguayo en ese país.