En los primeros seis meses de 2016 Alemania rechazó las peticiones de 13.324 ciudadanos extranjeros, un 25% de ellos procedían de Afganistán, el resto de Siria, Irak e Irán.
Solo en los aeropuertos las autoridades germanas prohibieron la entrada a 2.030 inmigrantes, básicamente de Albania.
El año pasado se registraron un total de 8.913 denegaciones.
El Gobierno alemán restableció los controles fronterizos en septiembre de 2015 después de que un número sin precedentes de refugiados entraran en el país.
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Según un informe del Ministerio del Interior, en 2015 llegaron más de un millón de refugiados.