"Nos decepciona que cada vez que acordamos algo con nuestros socios estadounidenses, prácticamente en un día o dos lleguen unas propuestas adicionales, a menudo formuladas como exigencias", dijo.
Estas, denunció Riabkov, se posicionan como una condición imprescindible pero "acaban convirtiéndose en un obstáculo", y por lo tanto "devalúan mucho de lo conseguido antes".
Añadió que EEUU introduce sus propuestas como si se tratara de una tabla rasa.
Siria vive desde 2011 un conflicto armado que se ha cobrado más de 250.000 vidas, según el último balance disponible de la ONU, o unas 400.000, de acuerdo con las estimaciones del enviado especial de las Naciones Unidas, Staffan de Mistura.
El pasado 27 de febrero en el país árabe entró en vigor un alto el fuego acordado por Rusia y EEUU, países copresidentes del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, y avalado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
La tregua no se extiende a los grupos que las Naciones Unidas cataloga como terroristas, entre ellos Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, prohibidos en Rusia y otros países.