En su paso por el país ibérico, el presidente estadounidense manejará una agenda que le llevará a visitar la base militar de Rota (Cádiz) y a reunirse con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y los líderes de los otros tres principales partidos políticos a nivel nacional.
"Se reunirá con todas las fuerzas por simple cortesía diplomática", explica Montoya. A su modo de ver, sería "grosero" que, cuando aún no se ha formado Gobierno, Obama no hiciese un gesto de relación con estos partidos.
"No es extraño que Obama les haga llegar su impresión y sus recomendaciones para que colaboren y Rajoy —cuyo partido, el PP, fue el más votado— pueda formar un Gobierno estable", reflexiona Montoya.
De todos sus despachos con los líderes políticos españoles, el encuentro de Obama con Rajoy será el más relevante, ya que el político conservador sigue siendo jefe del Ejecutivo en funciones y, además, es el candidato con más posibilidades de formar Gobierno tras los últimos comicios.
Sobre el 'brexit', no sería de extrañar, según prevé Montoya, que España hiciera un guiño a EEUU para "intentar congraciarse con los poderes financieros mundiales" e intentar atraer grandes inversiones de corporaciones internacionales antes radicadas en el Reino Unido.
En la última semana varios dirigentes del Partido Popular, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, o el ministro de Economía, Luis de Guindos, han anunciado sus intenciones de atraer entidades antes radicadas en Gran Bretaña y convertir a Madrid en el nuevo centro financiero de la UE en detrimento de la 'city' londinense.
"Está claro que un Gobierno de Rajoy va a tratar de dar las mayores facilidades a los inversores para que vean las bondades de invertir en España con planes ultraliberales", explica Montoya.
"Rajoy está encantado de recibir a Obama y mostrarle las bondades de su gestión y lo bien que está tratando a las tropas estadounidenses, que durante su mandato han aumentado su presencia en España.", explica Montoya.
La visita de Obama es, más allá de las cuestiones estratégicas y los asuntos políticos a tratar, un gesto de reconocimiento a la "diligencia" del Ejecutivo de Rajoy dentro de la OTAN. "Obama no va a cualquier país, no visita lugares donde sus intereses no sean bien defendidos", cuenta Montoya.
El paso quince años después de un presidente estadounidense por suelo español es prueba de que "Obama quiere dejar más estrechadas las relaciones con España".
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Sin embargo, Montoya recuerda que, a pesar de la fricción producida por la retirada de tropas de Iraq por parte de Zapatero en 2004, la relación siempre ha sido "cordial" entre ambos países, tanto a nivel bilateral como en el marco de las reuniones de la OTAN.