"Ha sido una larga campaña —25 años en mi caso- e independiente de lo que pase esta noche, de quien gane esta batalla, estoy completamente seguro de que estamos ganando la guerra", dijo al conocerse los primeros resultados del referendo sobre la permanencia o salida del Reino Unido de la UE.
Farage no admitió derrota en la histórica consulta pese a que él mismo había sugerido minutos antes a los medios que el resultado parecía favorecer al bando de la permanencia.
El tono ligeramente más optimista del pionero en la cruzada del Brexit se vio pronto avalado por nuevos datos de recuentos en el norte de Inglaterra y la reacción de los mercados de divisas.
En Newcastle, ciudad tradicionalmente laborista, ganó el sí a la UE pero con una ventaja mucho más ajustada de la proyectada en las encuestas de intención de voto: el 50.7 por ciento contra 49.3 por ciento.
Al mismo tiempo, el mensaje antieuropeo de UKIP hizo mella en otro antiguo bastión laborista, Sunderland, que votó Brexit con el 61 por ciento de papeletas.
El valor de la libra esterlina cayó en picado en ese momento, perdiendo hasta un 3.5 por ciento de la cotización frente al dólar.
"El genio del euroescepticismo ha salido de la botella y no se volverá a meter dentro", sonrió Farage al reunirse en Londres con voluntarios y activistas de su campaña en la plataforma Leave.eu
El líder se congratuló de la corriente de cambio que azota al resto de Estados miembros.
"Ahora vemos que hasta el 50 por ciento de las poblaciones de Dinamarca, Holanda e incluso Italia quieran marchar de la Unión Europea", afirmó.
Con 369 de las 382 áreas electorales aun por concluir el escrutinio de votos, el Brexit iba en cabeza con 388.196 votos y el 52 por ciento del reparto de apoyos.
El resultado final se espera durante "el desayuno", en torno a las 7 de la mañana, si no se requieren recuentos en muchas regiones.