Para obtener el préstamo, una universitaria china tiene que sacarse un 'selfi' o hacer un vídeo en el que aparezca desnuda junto a su documento de identidad y después enviarlo con su teléfono móvil al acreedor. En caso de no pagar la deuda a tiempo, los acreedores se reservan el derecho de publicar las imágenes comprometedoras en las redes sociales o pasárselas a los padres de la joven.
Como se trata de una transferencia entre dos particulares, en ciertas ocasiones los que han hecho el préstamo divulgan las fotos aunque la deuda haya sido pagada.
Las sumas de estos préstamos, según informa Quartz, varían desde los 500 hasta los 5.000 yuanes —entre 80 y 800 dólares aproximadamente—, mientras que la tasa de préstamos a veces alcanza el 30% semanal. Por el contrario, el tipo de interés máximo en los bancos chinos, regulado por ley, es del 24% anual.