La actuación de Zajárova se produjo durante una recepción llevada a cabo al final del primer día de la cumbre, que acogió la ciudad rusa de Sochi. El baile tuvo una dificultad añadida: la portavoz de exteriores calzaba unos zapatos de tacón de 15 cm.
Horas antes, durante una rueda de prensa, Zajárova ya había prometido a los periodistas que bailaría su canción favorita.