"Desde el lado de Perekop (frontera geográfica entre Ucrania y Crimea) entraron en Crimea alrededor de 30 personas por encargo del terrorista Lenur Islamov con intención de desestabilizar la situación durante la ceremonia", dijo.
Durante la guerra contra la invasión nazi (1941-1945), las autoridades soviéticas deportaron de Crimea a griegos, armenios, alemanes y búlgaros temiendo su traición.
De todas las nacionalidades los que más sufrieron fueron los tártaros, más de 183.000 de ellos tuvieron que abandonar sus hogares acusados de colaborar con los nazis y fueron confinados en su mayoría en Asia Central.
Actualmente, en Crimea viven unos 260.000 tártaros que en los años 1980 y 1990 regresaron del exilio.
El 21 de abril de 2014, poco después de la reunificación de Crimea con Rusia, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto sobre la rehabilitación de los tártaros crimeos.