Un equipo, que ha costado varios miles de euros, fue conectado al árbol para transferir en línea todos los datos importantes con respecto a la salud del vegetal y para descubrir qué puede causar la sequedad —y posterior muerte— de los pinos.
En su Twitter, el pino informa de su crecimiento, la cantidad de agua que ha transportado y otros parámetros de relacionados con su existencia.
"Mi savia ha dejado de fluir por hoy. La velocidad máxima alcanzada fue de 0,8 litros por hora."
My sap is stopping to flow for today. The maximum speed was 0.8 L/h. @TreeWatchNet #ThünenInstitute #Britz https://t.co/d7vLeZeHe4
— TreeWatchBritz (@TreeWatchBritz) 12 de mayo de 2016
"Hoy creci 0,01 mm, transporté 9 litros de agua a una velocidad máxima de 0,9 litros por hora."
Today I have grown 0.01 mm, transported 9 L of water at a maximum speed of 0.9 L/h. https://t.co/d7vLeZeHe4
— TreeWatchBritz (@TreeWatchBritz) 5 de mayo de 2016
El árbol envía señales a medida que crece y también cuando empieza a contraerse durante el día.
"Cuanto mayor es la contracción, mayor es el estrés de la planta. (…) Es como un latido del corazón. Si aumenta, el árbol nos advierte", ha explicado la jefe de la Unidad de Investigación de Ecología Vegetal de la Universidad de Gante, Bélgica, la doctora Kathy Steppe.
Uno de los principales objetivos del experimento es entender las consecuencias negativas del cambio climático en los árboles.