La reunión de Barack Obama con Ahmet Davutoglu fue confirmada por la Casa Blanca y debía tener lugar el día 5 de mayo, pero finalmente la misma fue suspendida. Según destacan las fuentes de Al Monitor, el trato benevolente de Washington con el primer ministro otomano, el que contrasta con la disposición que mostró EEUU hacia Erdogan en marzo de este año, despertó sospechas en el presidente turco y su equipo.
Las relaciones entre los dos políticos empeoraron el año pasado. En febrero de 2015 los militares turcos evacuaron la tumba de Solimán Schah, ascendente del fundador del Imperio Otomano, Osmán I, desde territorio sirio que en aquel entonces estaba bajo el control de Daesh (organización terrorista proscrita en Rusia y otros países). El presidente turco se enfadó ya que Davutoglu se reunió con los militares para discutir dicha operación en su ausencia.
Las discrepancias entre el primer ministro turco y el presidente, Recep Tayyip Erdogan, sobre temas espinosos como la cuestión kurda y las detenciones de periodistas en Turquía, han salido a la superficie en los últimos meses.
Según opinan varios expertos, el próximo primer ministro no podrá tener una postura contraria a la línea política de Erdogan, ni promover una política independiente.