El Congreso de la Patria, de organizaciones oficialistas que se reunirán del 13 al 15 de abril, "es el gran instrumento para las grandes fuerzas, para los nuevos horizontes de victoria que vamos a construir por encima de las dificultades", dijo Maduro en una asamblea del sector educación.
Los participantes serán el gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y grupos izquierdistas aliados, entre ellos el Partido Comunista, más organizaciones sociales como las de pobladores reunidos en consejos comunales, de trabajadores, campesinos, estudiantes y activistas culturales y de medios de comunicación.
Maduro planteó este congreso a comienzos de año, una vez que se instaló la Asamblea Nacional legislativa elegida en diciembre y en la cual la oposición, con una mayoría de casi dos tercios de las bancas, ha impulsado leyes que contradicen las políticas del Gobierno.
En esas elecciones, la oposición reunió 7,7 millones de votos frente a 5,6 millones del oficialismo, por lo que su congreso busca recuperar el terreno perdido, en el marco de una severa crisis económica que combina recesión con récords de escasez e inflación.
Maduro planteó que el objetivo del congreso oficialista es "construir un nuevo bloque histórico, que permita el renacimiento del bolivarianismo y del chavismo", así como recuperarse del "revés coyuntural" que supuso la victoria opositora en el parlamento.
Como revolución bolivariana, inspirada en ideas de Simón Bolívar (1783-1830) y otros héroes del siglo XIX, se conoce el proceso impulsado por el fallecido líder Hugo Chávez, quien durante su presidencia (1999-2013) se alió y promovió a una serie de gobiernos de izquierda o centro-izquierda en la región.
También aportaron al congreso oficialista intelectuales que se reunieron en Caracas el pasado fin de semana y llamaron "a un consenso internacional para repudiar las amenazas de la derecha nacional e internacional con factores imperialistas contra la revolución bolivariana democrática·", según dijo el filósofo mexicano Fernando Buen Abad.
El congreso coincide con los 14 años del breve golpe de Estado contra el entonces presidente Chávez y su regreso triunfal a la presidencia, en 2002.