El precio de las materias primas es un factor exógeno fundamental, pero también son relevantes la coyuntura comercial internacional y tipo de interés a largo plazo en Estados Unidos.
Según el colombiano José Antonio Ocampo, profesor de la Universidad de Columbia, Bolivia es la economía de América Latina con mayores fortalezas ante el cambio de ciclo económico. Bolivia está gobernada desde hace 10 años por un presidente de izquierdas, Evo Morales. Ocampo señaló en una reciente conferencia celebrada en Madrid que las economías de Chile, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Perú fueron las más beneficiadas durante el ciclo de crecimiento económico en la región en base a su carácter minero y petrolero, mientras que las de Brasil, Argentina y Uruguay, de marcado signo agrícola, no salieron tan favorecidas de dicho periodo. Ocampo, que llegó a ser secretario general adjunto de Naciones Unidas, destaca que el subcontinente posee un endeudamiento bajo y una buena inversión exterior, y recordó que China aportó en 2015 alrededor de 29.000 millones de dólares a aquellos países latinoamericanos que tienen problemas de acceso a los mercados financieros internacionales.
Las fluctuaciones del ciclo económico parecen más previsibles pero no se puede decir lo mismo desde el punto de vista político. "Los ciclos políticos son más cortos que antes y generan inestabilidad", admite Rafael Estrella, vicepresidente del Real Instituto Elcano.
¿Ha habido un fin de ciclo político en la región? Parece que sí. Pero la pregunta definitiva es hasta qué punto ha ocurrido eso. En el estado de la opinión pública latinoamericana, motor de ese cambio de mentalidad, influyen tres factores. El primero es, por supuesto, el rumbo negativo que ha tomado la economía. El segundo se basa en la emergencia de las clases medias —fruto de la reducción de la pobreza- que exigen nuevas demandas sociales como mejoras en los servicios públicos (sanidad, educación, transportes). La tercera circunstancia es que los gobiernos de larga duración —como el unipersonal de Hugo Chávez o el del Partido de los Trabajadores en Brasil- promueven la idea de la necesidad de la alternancia, independientemente de su adscripción política. Eso explicaría —en parte- la derrota de Morales en el referéndum celebrado en febrero pasado que decidió que él no podrá presentarse a un cuarto mandato.
"No hay cambio de péndulo. Habrá variedad para todos". Esa es la opinión de Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del ya citado Real Instituto Elcano y catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), un centro público español. Malamud prefiere hablar de "nueva coyuntura política", que no es lo mismo.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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