En cuanto a la acción del pasado sábado, el ministro de la Presidencia, Jaques Wagner, se mostró enormemente satisfecho e informó que la acción, que contó con 220.000 soldados, concluyó con 2,8 millones de viviendas inspeccionadas junto a los técnicos del Ministerio de Salud, aunque destacó que 295.000 se encontraron cerradas en el momento de la inspección y que los agentes no consiguieron acceder a otros 15.000.
En este sentido, Wagner advirtió que el gobierno estudia la posibilidad de multar a los dueños de los inmuebles o terrenos que no permitan las inspecciones sanitarias, una hipótesis discutida junto a la presidenta Dilma Rousseff en la reunión mantenida este lunes en Brasilia y que se encontraría siendo consultada con la Abogacía General de la Unión.
"En la reunión evaluamos la posibilidad de establecer una multa como forma de obligar a los propietarios de terrenos y residencias cerradas. Algunos municipios, como Aracajú, ya lo estarían aplicando por lo que la presidenta se encuentra en consulta con la Abogacía Federal de la Unión para saber si una multa puede ser establecida a nivel nacional ya que es una emergencia de salud", concluyó el ministro.
El pasado sábado, la presidenta Dilma Rousseff se desplazó hasta la ciudad de Río de Janeiro para supervisar personalmente las labores de inspección y combate al mosquito Aedes Aegypti en una de las humildes comunidades de la futura sede olímpica, un gesto simbólico que la presidenta quiso remarcar al declarar que "en el pasado Brasil ganó la guerra contra la fiebre amarilla y ganará esta guerra contra el virus del Zika".