"El Nord Stream 2 es una prueba para la política energética de Europa, es una declaración política, otro intento que emprende Rusia para lograr influencia y dividir Europa", dijo citada por la agencia bns.lt.
Previamente Grybauskaite insistió en que el objetivo del proyecto es debilitar a Ucrania como país de tránsito del gas ruso a los clientes europeos.
Algunos países europeos, entre ellos Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia enviaron, con anterioridad, una carta conjunta a Bruselas criticando el proyecto, que a su juicio puede aumentar la dependencia de Europa del gas ruso, debilitar la seguridad energética de los países de Europa Central y de toda la UE y provocar una mayor desestabilización en Ucrania.
El proyecto Nord Stream 2, lanzado por Gazprom junto con BASF, E.ON, Engie, OMV y Shell, prevé la construcción de dos líneas de gasoducto, con una capacidad total de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde el litoral de Rusia en el mar Báltico hasta Alemania.