"De Kirguistán fueron a Siria 72 menores, el más joven tenía 16 años", dijo el funcionario agregando que entre todos los grupos de edad que van a este país árabe "predominan los jóvenes de 22 a 25 años".
La mayoría de los crímenes relacionados con el extremismo religioso se registran en el sur de Kirguistán; en lo que va de año organismos del Interior detectaron 308 manifestaciones del extremismo, detuvieron a 247 sospechosos e incoaron 130 causas penales, señaló.
Anteriormente, la Fiscalía kirguisa comunicó que según datos de noviembre pasado unos 500 ciudadanos de la república, incluidas 122 mujeres, se encuentran en Siria e Irak combatiendo en las filas de las organizaciones terroristas.
Tras adquirir hábitos de combate, esas personas regresan a los países de la CEI para dedicarse a la actividad subversiva.
Desde marzo de 2011, Siria está sumida en una guerra civil en la que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición, incluidos los extremistas.
Según la ONU, más de 250.000 personas perecieron en el conflicto, cientos de miles se vieron obligadas a abandonar sus hogares.