Así, un reciente estudio indica que la mayoría de los ciudadanos de Occidente apoya la misión rusa en Siria. Según el Dr. Armando Fernández Steinko, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, la opinión pública ha identificado desde el primer momento a Rusia como un actor fundamental en este sentido.
Según el analista, el hecho de que el país eslavo haya sido excluído al principio de toda resolución sobre este conflicto, no significa que la ciudadanía europea piense que Rusia deba ser excluida de la misma, sobre todo después de los atentados de París.
Pero la visión de los ciudadanos occidentales contrasta con la de los turcos. Así, su población no sólo despaprueba en su gran mayoría las operaciones de Rusia en Siria, sino que también una gran mayoria aplaude el derribo del bombardero ruso Su-24 por parte de su fuerza aérea.
Los turcos apoyan a Erdogan a pesar de las pruebas que han salido a la luz que demuestran la complicidad de su gobierno en la comercialización del petróleo robado por el Estado Islámico (Daesh en árabe, proscrito en Rusia y otros países) a Siria e Irak, y que es trasladado hacia Turquía. Al analista no le sorprende que la opinión pública turca no quiera ver esa realidad.
Asimismo, el Dr. Armando Fernández Steinko explica que el efecto que han tenido en Europa las pruebas presentadas por Rusia sobre la participación de Turquía en la financiación del Estado Islámico a través del petróleo, ha sido muy considerable. El experto incide en que ese puede ser uno de los motivos por los que apoyan a Rusia en las operaciones que realiza en Siria.
Y es que el Estado Islámico se está financiando a través de un socio de la OTAN, Turquía, que aparentemente se está convirtiendo en un colaborador necesario del proyecto terrorista islámico, al que la alianza formalmente le ha declarado la guerra. Occidente ya no puede tapar el sol con las manos.