"Existe una ofensiva mediática contra los gobiernos de tipo progresista en América Latina, por lo que se están seleccionando uno a uno varios objetivos para desestabilizarlos", sostuvo Alberto Acevedo, periodista y analista internacional del Semanario Voz (izquierda).
Es innegable el malestar de los ciudadanos por los hechos de corrupción de la empresa estatal Petrobras y de otras áreas del Gobierno y, en consecuencia, dentro del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), admitió Acevedo.
Tema: Caso Petrobras
Pero cabe advertir que "las movilizaciones contra Rousseff se vienen desinflando en momentos en que su partido trata de recuperar la iniciativa política".
Según datos del Instituto Datafolha, apenas 83.000 manifestantes se unieron a las protestas del domingo a favor del "impeachment" o juicio político contra Rousseff, cuando nueve meses atrás el descontento había logrado movilizar a 2,4 millones de personas.
Para el internacionalista Andrés Molano, del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, el problema de Brasil no es su presidenta, "sino el régimen político" que lo administra.
"El problema no es Dilma, sino el "petismo" (por el PT), que ha llevado a la dispersión de los partidos políticos en el parlamento y a comprar gobernabilidad a partir de una serie de acuerdos y de componendas" que hoy en día rechazan los ciudadanos, "más que fijarse en el impeachment contra su presidenta, que es uno más de los episodios de la crisis" que atraviesa ese país, dijo Molano a esta agencia.
A tal punto ha llegado la crisis que el apoyo del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, que antes hubiera podido tener un efecto significativo, "no ha logrado contener el malestar", observó.
Aunque las manifestaciones del domingo fueron mucho menos numerosas que las anteriores, el país está sujeto a un parate económico que incrementa el malestar.
El lunes, el Banco Central de Brasil informó que la mayor economía de Latinoamérica acabará 2015 con una caída de su Producto Interior Bruto (PIB) del 3,62 por ciento mientras que el nivel de inflación alcanzará el 10,61 por ciento, los peores resultados desde 1990.