Ahora viven en recintos diferentes, sin embargo, los vigilantes les permiten pasear juntos.
Asimismo, debido a esa amistad, la dirección del zoo decidió modificar la dieta del tigre, al que desde ahora van a alimentar con conejos en vez de las habituales cabras.
"Amur, como antes, recibe presas vivas dos veces a la semana, conejos; de ahora en adelante no le daremos cabras", dijo el director del zoo, Dmitri Mezentsev.
Mientras tanto, algunos dudan que la amistad dure mucho y están convencidos que tarde o temprano el carnívoro comerá a su amigo. En las redes sociales incluso se ha lanzado una petición para proteger a Timur.
Sin embargo, según Mezentsev, Amur no considera al cabrío una presa. "Es una situación excepcional, pero así es. Son muy amigos, inseparables", dice.