Anteriormente, ya informó de los planes de Bruselas de suavizar el régimen de sanciones contra Bielorrusia.
Occidente ejerce presión política y económica sobre Bielorrusia desde hace dos décadas.
La Unión Europea le impuso sanciones en diciembre de 2010 por supuestas violaciones de los derechos humanos, extendiéndolas luego en 2012 por otros tres años.
La UE ha condicionado el alivio de las restricciones a la liberación de "presos políticos" por parte del Gobierno.
Minsk, a su vez, ha negado que en el país haya presos políticos.