El rotativo destaca que la mayor preocupación no se debe a que la parte rusa esté en condiciones de interceptar los datos que se transmiten por los cables, ya que esa posibilidad fue estudiada y descartada por los servicios de inteligencia de EEUU durante la guerra fría, sino por el supuesto de que Rusia pueda atacarlos en caso de un conflicto.
Un ataque de esta índole interrumpiría de un golpe toda la comunicación, dejando desconectadas las instituciones políticas y económicas del país, así como a la población.
El periódico señala que, aunque en la actualidad no existe ninguna prueba de daños al cable, una serie de altos mandos militares de EEUU expresan su creciente preocupación al respecto.
El New York Times señala que los militares norteamericanos observan con atención la situación existente.
El periódico cita los datos del pasado mes sobre el hecho de que el buque de investigación ruso Yantar, con dos equipos de inmersión profunda, se desplazaba lentamente de las costas orientales de EEUU rumbo a Cuba, donde se encuentra uno de los cables más importantes, ubicado cerca de la base naval de Guantánamo.
La embarcación fue seguida por satélites, buques y aviones.
El Pentágono declaró que los buques de esa clase pueden cortar fácilmente el cable de comunicaciones incluso a grandes profundidades.