Hace una semana, nueve miembros de la organización extremista prohibida Zhaishul Mahdi, incluidos siete condenados a cadena perpetua, lograron escapar de una prisión preventiva situada cerca de la capital de la república, Biskek.
Los criminales se dieron a la fuga tras estrangular a tres guardias penitenciarios. Un agente se seguridad murió más tarde en el hospital.
Cinco fugitivos fueron capturados poco después de escapar. El viernes pasado policías mataron a tiros en el momento de detención a Daniyar Kadyraliyev, de 39 años, condenado a cumplir cadena perpetua como culpable de perpetrar atentados, incitar odio religioso y atentar contra la vida de un policía.
El presidente kirguís, Almazbek Atambáev, ha ordenado este lunes al ministro del Interior hacer lo máximo para detener a los fugados.
"Puesto que los prófugos presentan un peligro especial, el Ministerio del Interior anuncia un premio de 1 millón de somes (cerca de 14.600 dólares) por la información sobre su localización", ha comunicado el Interior en su web, así como ha pedido a los ciudadanos prestar toda la ayuda en su captura.
Según unas fuentes, los evadidos cambiaron su físico y se afeitaron las barbas.