"Rusia no ha cambiado su posición respecto a la deuda", señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una rueda de prensa, al añadir que Moscú no acepta reestructurar la deuda ucraniana.
La suspensión de pagos prevé un procedimiento determinado, sostuvo Peskov al contestar a la pregunta de si Rusia se disponía a recurrir a los tribunales internacionales para defender sus intereses.
El Gobierno ruso adquirió en 2013 bonos ucranianos por valor de 3.000 millones de dólares que Kiev debe pagar en varios tramos hasta finales de 2015.
Ucrania puso en marcha en septiembre un procedimiento para restructurar parte de su deuda pública e incluyo en el proceso a estos bonos.
A su vez, Rusia rechaza participar en la restructuración y exige el pago íntegro de la deuda antes de fin de año.