A mediados de septiembre, Budapest aprobó una nueva ley migratoria que agrava los castigos previstos por el cruce ilegal de fronteras, el cual prevé además penas graves por daños a la alambrada que se ha edificado en la frontera con Serbia.
Para el primer ministro griego, Europa se encuentra actualmente en una "encrucijada" relacionada con la crisis de refugiados.
"Es una encrucijada que resulta muy difícil para el futuro de Europa y su identidad, debemos comprender qué es lo que realmente necesitamos", advirtió.
Tsipras postula que actualmente "existen dos Europas", una,"que tiene la cara de Grecia", y alberga la imagen de los griegos humildes que intentan alojar y dar de comer a los refugiados.
"La otra cara de Europa es el rostro de Hungría, que erige muros en las fronteras y trata de echarlos recurriendo a la violencia", subrayó el jefe del Gobierno griego.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 522.000 personas de África y Oriente Medio llegaron a Europa por mar en lo que va del año.
Hungría ha edificado un muro de 175 kilómetros a lo largo de su frontera con Serbia y ha comenzado a cercar además sus 41 kilómetros de frontera por tierra que la separa de Croacia.
La Comisión Europea ha reconocido que se trata de la crisis de inmigrantes más grave desde que finalizó la II Guerra Mundial.