El nuevo proyecto es el rompehielos más grande y potente del mundo con 173,3 metros de eslora, 34 de manga y 33.500 toneladas de desplazamiento. Estos navíos con capacidad de romper capas de hielo de hasta tres metros de espesor facilitarán las caravanas de barcos con hidrocarburos de las penínsulas de Yamal y Guidanski rumbo a los mercados de Asia-Pacífico.
Actualmente los astilleros de San Petersburgo fabrican el rompehielos Arktika, en mayo se inició la construcción de Sibir y el año que viene se tiene previsto empezar el Ural. Los navíos serán botados en 2019 y 2020, respectivamente.
"Creemos que se necesitarán al menos cinco rompehielos nuevos", señaló Golovinski en declaraciones a RIA Novosti.
En los dos últimos, sostuvo, sería conveniente recurrir a una alianza público-privada que incorpore a las compañías y corporaciones que necesitarán los rompehielos en sus operaciones en el Ártico.
Rusia cuenta a día de hoy con un total de seis rompehielos nucleares operativos.