El pasado 2 de septiembre, el Comité de Representantes Permanentes de la UE acordó renovar por seis meses más, hasta marzo de 2016, la vigencia de las medidas restrictivas que expiraba el 15 de septiembre.
Las sanciones fueron impuestas contra ciudadanos y compañías de Rusia y Ucrania a los que Bruselas acusa de atentar contra la soberanía y la integridad territorial ucraniana.
Según había adelantado una fuente de Bruselas, el 14 de septiembre el Consejo de la UE podría decidir sin debates la prórroga de estas sanciones.
Las relaciones entre Moscú y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, después que Crimea se adhiriera a Rusia en marzo de 2014 tras un referéndum en el que la mayoría de la población se pronunció a favor.
EEUU, Canadá y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, que respondió con una limitación a las importaciones de alimentos procedentes de estas naciones.