Luego de duros enfrentamientos entre la policía y las comunidades indígenas, que dejaron esta semana a ocho agentes heridos, más de 1.200 efectivos acompañaron hasta las afueras de Macas a las comunidades de los pueblos shuar y achuar.
Estas etnias que habitan el sur de la selva ecuatoriana que limita con Perú desde la época de la conquista española, prometieron volver a sus lugares de residencia, pero advirtieron que seguirán alerta ante las medidas que pueda tomar el Gobierno.
Los reclamos de los indígenas incluían la renuncia del gobernador de la provincia, Nelson Villegas, y una nueva licencia ambiental para la culminación de la carretera del río Macuma-Taisha.
La ministra de Ambiente, Lorena Tapia, viajó a la zona y acordó estudiar las condiciones para otorgar una nueva autorización para que continúen las obras, siempre y cuando se cumplan con los requisitos ambientales exigidos.
La licencia fue revocada a causa de infracciones a las normas ambientales, como tala de bosques, mal manejo de desechos y contaminación del agua, reseña el medio oficial El Ciudadano.