“Sigo con viva preocupación las noticias que llegan desde El Salvador, donde en los últimos tiempos se han agravado los conflictos entre la población a causa de la carestía, de la crisis económica, de agudas diferencia sociales y de la creciente violencia", dijo el Papa tras el rezo del Ángelus dominical.
El Salvador atraviesa lo que su Gobierno califica del mayor brote de violencia desde la firma de los Acuerdos de Paz que dieron fin a la guerra civil en 1992.
Según la información oficial, 2.865 personas fueron asesinadas en el país el primer semestre del año, contra 1.840 en el mismo periodo del año pasado.
La escalada de violencia se debe principalmente a la actividad de las pandillas, que cuentan con unos 72.000 miembros, de los cuales cerca de 13.000 están encarcelados por homicidios, extorsiones y otros delitos, según la presidencia salvadoreña.