El ministro, al contestar a una pregunta, condicionó el inicio de las obras a la firma del respectivo acuerdo intergubernamental entre Moscú y Ankara, algo que Novak considera "lógico".
Rusia decidió renunciar en diciembre de 2014 al proyecto del gasoducto South Stream, que debía pasar por el territorio de Bulgaria, Serbia y Hungría, a favor de uno nuevo en dirección a Turquía (Turk Stream), debido a lo que se consideró como una postura poco constructiva, por parte de la Unión Europea.
La tubería, con una extensión de 1.100 km, consistirá de 4 líneas y llevará hasta 47.000 millones de metros cúbicos de gas hacia la frontera entre Turquía y Grecia, donde se crearía un centro de operaciones para que los países de la UE distribuyan gas en sus territorios por cuenta propia.