Solo el 18 por ciento de la población económicamente activa en Rusia prefiere convalecer en casa, mientras que el restante 82 por ciento va a la oficina sea lo que fuere.
Curiosamente, tan solo el 5 por ciento lo argumenta con burocracia y largas colas al médico, mientras que el motivo más difundido es que "nadie me puede sustituir" (el 42 por ciento), seguido por "no quiero cobrar menos" (18), "tengo trabajo importante" (18), "soy una persona responsable" (10) y "no quiero enfadar al jefe" (9).
Además, resulta que cuanto más alto el salario, más alto el porcentaje de los dispuestos a hacer caso omiso a sus dolencias y seguir trabajando, revela el estudio.