"Debido a la guerra de sanciones hemos recibido muchas ventajas que nos permitieron ingresar al mercado ruso y nos gustaría mantener nuestra posición cuando las sanciones expiren", comentó.
Brasil es un importante productor de lácteos y de los "5 millones de productores agrícolas que tenemos en nuestro país, el 20% se dedica a los lácteos", explicó la ministra.
Señaló que los volúmenes de producción están en aumento "y estamos en busca de nuevos mercados".
"Uno de los mercados que tenemos en la mira es Rusia", dijo.
"Al principio nuestras relaciones fueron muy complicadas y había muchas quejas de ambas partes", relató y añadió que sin embargo "ahora hemos avanzado mucho".
En lo que respecta a las sanciones impuestas por EEUU, Australia y Europa, la ministra observó que resultaron "perjudiciales para Rusia, pero permitieron el fortalecimiento de las relaciones con otros países".
"Esto nos presentó una oportunidad para compensar el déficit de productos agropecuarios bajo sanciones", dijo.
"Ahora nuestros esfuerzos van hacia atrincherarnos en nuestro nicho, cosa de que nuestra posición actual no sea temporal", dijo.
El embargo agroalimentario mantiene su vigencia hasta agosto de 2016 "y tenemos todas las intenciones de continuar comerciando", aseguró.
La ministra visitó Moscú y aprovechó la oportunidad de firmar una serie de acuerdos bilaterales que permitirán elevar la cooperación entre Brasil y Rusia a un nuevo nivel.
Moscú limitó las importaciones de alimentos de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega en respuesta a las sanciones impuestas en su contra por estos países a raíz de la crisis en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia.
Tanto las sanciones europeas como el embargo agroalimentario ruso fueron prolongados en junio de 2015, por seis meses en el caso de Europa y por un año en el caso ruso.