Anteriormente se informó sobre unos 100 muertos.
El atentado se produjo en un mercado de la ciudad con gran afluencia de gente por el final del mes sagrado de Ramadán. Según una fuente policial que cita la BBC, la explosión fue de gran potencia y provocó el derrumbe de varios edificios.
La autoría del ataque fue reivindicada por el grupo Estado Islámico.
Lea más: Los conflictos interconfesionales en Irak minan la unidad de la coalición contra el EI
La Cancillería rusa, a través de un comunicado, condenó el atentado.
"Rusia condena resueltamente el nuevo crimen sangriento cometido por los terroristas (…) Confirmamos nuestra solidaridad con el pueblo y las autoridades iraquíes, así como nuestro apoyo en su lucha contra el extremismo", dice el documento.
Más tarde, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, también envió sus condolencias a las autoridades iraquíes.
"Reciban mis condolencias más sinceras por el despiadado atentado perpetrado cerca de la capital iraquí; los terroristas del Estado Islámico que organizaron el ataque en la en la localidad iraquí de Jan Bani Saad mataron a decenas de civiles", dice el texto publicado por el Kremlin.
El presidente reafirmó "la solidaridad de Rusia con el pueblo iraquí que está llevando a cabo una lucha larga y difícil contra las fuerzas extremistas".
"Expreso mi profundo pesar a los familiares y amigos de los muertos y les deseo una rápida recuperación a los heridos", indicó Putin.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también condenó rotundamente el atentado y confió en que los responsables de este ataque atroz sean llevados ante la Justicia.
La localidad de Jan Bani Saad está situada en la provincia de Diyala, a unos 30 kilómetros al noreste de Bagdad.
El Gobierno provincial ha decretado tres días de luto y ha ordenado el cierre de todos los parques y centros de ocio durante el resto de los días festivos.