Según el directivo, este equipamiento también debe ser altamente resistente al fuego.
"Debe resistir la combustión de las mezclas incendiarias y el fósforo, así como permitir al militar escapar de un vehículo de combate ardiente sin recibir quemaduras", dijo.
En ese complejo, según Semizórov, es necesario prestar especial atención a los medios de descontaminación del medio ambiente, que "deben detectar los reactivos, y el militar debe poder llevar los medios de defensa radiológica, química y biológica en el transcurso de 12 horas sin daños a su salud".
Infografía: El equipo de combate Rátnik
El Ejército ruso recibe en la actualidad el equipamiento de segunda generación Rátnik, que contempla un arma de tiro moderna, complejos de defensa efectivos, medios de exploración y comunicación, un total de unos 10 subsistemas diferentes.
Además de su funcionalidad combativa, tiene como objetivo defender con efectividad al soldado de diversos factores agresivos en el campo de batalla.
El complejo Rátnik incluye cerca de de 50 elementos distintos, incluyendo el arma de tiro, los sistemas de colimación, defensa, sistemas de comunicación, navegación y detección de objetivos.
El programa nacional de pedidos de defensa prevé la adquisición de 50.000 complejos Rátnik anuales en 2015 y 2016.
A principios de junio el director del Fondo de Investigaciones de Avanzada, Andréi Grigóriev, informó a RIA Novosti que los científicos rusos iniciaron la creación de una nueva generación de equipamiento del "soldado del futuro", que llamaron previamente Rátnik-2.
El desarrollo del nuevo equipamiento podría demorar 10-15 años, de modo que Rátnik-2 podría estar listo para 2015-2030.