El jefe del Gobierno ruso anunció asimismo la intención de desarrollar los lazos con China e impulsar la concatenación del cinturón económico de la nueva Ruta de la Seda con la integración económica euroasiática.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea a Rusia en marzo pasado, que los países occidentales califican de "anexión ilegal".
En respuesta, Rusia embargó por un año algunas importaciones alimenticias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.
China no se unió a las sanciones de Occidente contra Rusia y se abstuvo en el voto del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la legitimidad del referendo realizado en Crimea.
Tras la incorporación de Crimea a Rusia, Pekín declaró que siempre respeta la soberanía nacional y la integridad territorial e instó a las partes a arreglar el asunto "basándose en el mutuo respeto y la justicia".