“La influencia económica de dichas sanciones sobre Rusia dentro de varios años será insignificante”, expresó el representante de la compañía que tiene oficinas en Filadelfia, Moscú y Kiev.
Según el empresario, “nadie espera que estas sanciones le ‘saquen el jugo’ a la economía rusa”.
“Pueden pasar varias décadas antes de que surjan respuestas objetivas respecto a si estos pasos fueron adecuados”, señaló.
Según él, “un buen ejemplo de ello podría ser el bloqueo económico de Cuba”, que duró más de medio siglo, pero que a fines de año fue declarado inefectivo por Washington.
“Las sanciones contra Rusia solo tienen un año; desde mi punto de vista no tienen como objetivo lograr grandes cambios en la política rusa; para un pequeño sector de la economía surgen dificultades adicionales, pero me parece que el Gobierno norteamericano tiene otra tarea más seria; de este modo muestra su inconformidad con lo que sucede en Ucrania, y Rusia en respuesta asume actitudes”, considera Sullivan.
En tanto, el abogado norteamericano considera que “los negocios mantienen la colaboración a su nivel”.
“Los empresarios realizan determinados cambios para actuar en correspondencia con las normas establecidas, pero luego los norteamericanos y los rusos continúan trabajando juntos”, concluyó.