"A raíz de la crisis ucraniana de 2013-2014 el problema de la homofobia en Rusia se tornó menos visible en el espacio público que hace dos años", indican los resultados de la encuesta.
La investigación devela que los "juegos" de política exterior distrajeron temporalmente a la población del tema de las minorías sexuales, sin embargo la sociedad no se tornó más tolerante al respecto.
Así, al igual que antes más de un tercio de los rusos (37%) considera que la homosexualidad es una enfermedad que precisa tratamiento, opinión que comparten en primera instancia los encuestados con educación superior.
Solo uno de cada cuatro encuestados considera que hay de "dejar en paz" a los representantes LGBT.
Sin embargo, se advierte en la encuesta que los puntos de vista radicales se tornan más frecuentes, un 18% de los encuestados consideran que los "raros" deben ser perseguidos por la ley, ascendiendo a 22% la cantidad de encuestados con bajo nivel de escolaridad que abogan por estas medidas.
Entre los partidarios de una política de "mano dura" contra los homosexuales, solo el 12% son graduados universitarios.
La encuesta se realizó entre el 27 y el 30 de marzo y abarcó a 1.600 personas de 46 regiones de Rusia. El margen de error estadístico de estas investigaciones no supera el 3,4%.