Los termómetros en 20 grados y el cielo despejado, detalles insignificantes para habitantes de algunos países, pero más que trascendentales para la gente de estos lares, invitaban a los moscovitas a las calles para celebrar aquella cara victoria de sus abuelos y bisabuelos.
"Recuerdo como 70 años atrás marchamos por esta plaza. Estaba lloviendo. En las gradas vimos a Stalin y otros dirigentes del Partido. Todos mirábamos al Mausoleo pero estábamos concentrados para no hacer un paso equivocado¨, recordó Nikolái Ivanóv, desbordado por la emoción.
El desfile en la Plaza Roja fue seguido por toda una serie de actos festivos en diversos rincones de la capital.
Otro de los actos más emotivos de la jornada fue la marcha del Regimiento Inmortal, una marcha de hijos, nietos y bisnietos de los héroes de la Gran Guerra Patria (1941-1945) en la que solo en Moscú participaron más de 400.000 personas, según datos oficiales.
A pesar de que casi todos marchaban con las fotos de sus familiares fallecidos, el ambiente era festivo en esta "marcha de vencedores".
"Es un día alegría, entonces vencimos a la Alemania nazi", explica Vania, un preescolar con la foto de su bisabuelo.
Al igual que otros participantes de esta marcha, el niño relata gustosamente la historia de su familiar y asegura sentirse muy orgulloso por aquella hazaña que hoy hace posible "vivir en paz y en un país independiente".
Según una reciente encuesta, el 9 de mayo es la fiesta más importante para los rusos. El sondeo del portal SuperJob muestra que el Día de la Victoria ocupa el primer lugar entre las fiestas más queridas por los rusos, seguido por el Año Nuevo.