Treinta tumbas fueron halladas en un cementerio musulmán ubicado en el pueblo Chalung del distrito Hat Yai, provincia Songkhla, y abandonado hace cuatro décadas.
Hace un año y medio, en la zona del cementerio se asentó un campamento de migrantes ilegales del que las autoridades del país no supieron hasta la semana pasada.
Según el testimonio de los residentes locales, las nuevas tumbas aparecieron aproximadamente hace un año.
Se comunica que los criminalistas empezarán el trabajo de estudio de los restos mortales durante este jueves.
Anteriormente los medios de comunicación informaron sobre tres enterramientos de migrantes descubiertos en la misma provincia.
La revelación del primero de ellos que contaba con 26 tumbas, dio comienzo a una investigación sobre tráfico de personas y transporte de migrantes ilegales desde Birmania, donde reside el grupo étnico rohingya (bengalíes étnicos), a los países musulmanes limítrofes con Tailandia, incluida Malasia, cuya frontera se extiende a pocos kilómetros de las tumbas encontradas.
De resultas de la investigación cuatro funcionarios de la administración local y un intermediario de la etnia rohingya fueron arrestados.
Asimismo la policía obtuvo información de otros intermediarios y de campamentos de migrantes en la frontera malasia.
El Gobierno birmano no los reconoce como ciudadanos y los acusa de haber inmigrado a Birmania desde Bangladés durante la época de la colonia británica.
En 1982 la junta militar birmana les despojó de la ciudadanía y desde entonces han estado bajo estrictos controles que restringen su libertad de movimiento y derecho a educación y trabajo.
A partir de mayo de 2012 esta minoría ha sido objeto de la violencia antimusulmana instigada por el Movimiento 969, dirigido por radicales budistas, lo que ha disparado su huida masiva del país y la actual crisis de refugiados.