"Firmamos un alto al fuego en 1991 para crear las condiciones que hacían posible la celebración del referéndum en 1992. Llevamos 24 años esperando. Si la ONU no avanza en la celebración de este referéndum nosotros tendremos que abandonar el alto al fuego y declarar la guerra", aseguró Beyún en declaraciones al diario Público.
El delegado en España aseguró que este momento está "cada vez más cerca", aunque las armas serán la última elección.
"La indiferencia de la ONU está consiguiendo que se implante un statu quo en el que Marruecos nos está maltratando y robando nuestros recursos naturales. No queremos ir a la guerra, pero muchos jóvenes desesperados están reclamando que hagamos algo. Nos están empujando a la radicalización. Nos están empujando a la guerra", insiste el delegado.
Esta semana, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene que hacer pública su decisión sobre si extiende el mandato de la Misión de las Naciones unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental, Minurso.
Sin embargo, esta misión carece de competencias para velar por el cumplimiento de los derechos humanos, algo que lleva tiempo reclamando el Frente Polisario.
Beyún cree que todo seguirá igual. "Es evidente que no hay voluntad en el Consejo de Seguridad de la ONU en resolver este conflicto, seguramente por las presiones de Francia, un gran aliado de Marruecos", aseguró en sus declaraciones a Público.
Además de Francia, recalcan que España siempre ha sido un gran obstáculo. "Siempre ha estado de parte de Marruecos, no sólo cuando gobiernan los conservadores, también cuando lo hacían los socialistas", señala el Delegado.
El Frente Polisario lleva años denunciando también el bloqueo que vive la región, una situación que llegó a provocar un conflicto diplomático entre Marruecos y Estados Unidos.
El Gobierno de Obama propuso que la Minurso tuviera competencias para vigilar los derechos humanos en el Sáhara, algo que enfadó al país magrebí.
"Marruecos está imponiendo su voluntad a toda la comunidad internacional y la Minurso hasta ahora está funcionando como un instrumento de legitimación de esta situación", concluye Beyún.