"El Departamento del Tesoro de Estados Unidos (…) ha impuesto hoy (martes) sanciones contra el líder del movimiento hutí (…), Abdul Malik al Huti, y un partidario clave de los hutíes, Ahmed Ali Saleh (…) por amenazar la paz, la seguridad y la estabilidad de Yemen", dice el comunicado.
El Tesoro señala que "los bienes de estos individuos bajo la jurisdicción de EEUU se congelan y se les prohíbe a los ciudadanos estadounidenses realizar cualquier transacción" con ellos.
El movimiento de los hutíes, o Ansar Alá (Seguidores de Dios), surgió a principios de los 1990 y en la década siguiente se levantó en armas en varias ocasiones reclamando del Gobierno mayor autonomía y privilegios para su provincia natal, Saada, en el noroeste de Yemen.
En 2011 participaron junto con otras fuerzas en la rebelión contra el presidente Alí Abdalá Saleh, el padre del sancionado Ahmed Ali Saleh.
En agosto de 2014 los hutíes consiguieron tomar la capital del país, Saná, tras varias semanas de protestas antigubernamentales que exigían restablecer los precios subvencionados del combustible.
En septiembre lograron varios acuerdos con las autoridades para poner fin al conflicto, pero no respetaron la exigencia de retirar a los milicianos desde las ciudades yemeníes.
A finales de enero de 2015 los rebeldes hutíes se apoderaron del palacio presidencial en Saná. El presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, en el poder desde 2012, se vio obligado a presentar la dimisión y permaneció bajo arresto domiciliario en su residencia de Saná hasta ser liberado por los rebeldes gracias a la mediación de Irán y Omán.
Una vez en Adén, Hadi proclamó ilegítimas todas las decisiones de los hutíes y revocó la solicitud de dimisión. En marzo, después de que su palacio fuera atacado desde el aire, el presidente se vio obligado a exiliarse.
Una coalición de países del Golfo Pérsico y de África del Norte liderada por Arabia Saudí conduce desde el 26 de marzo una operación militar contra los hutíes para restaurar a Hadi y a su Gobierno en el poder.