"Existe un claro contraste entre las manifestaciones del domingo y las que vimos el año pasado con motivo de los 50 años del golpe militar contra el presidente Joao Goulart; mientras las primeras apenas juntaron a decenas o centenas de personas y fueron ridiculizadas por la opinión pública, el domingo el número de manifestantes con carteles y a favor de un golpe militar fue preocupante", declaró.
En cuanto a los motivos detrás de ese repentino aumento, Santoro opinó que "es muy posible que se deba a la desilusión con toda una generación de políticos que procede de la lucha contra la dictadura y que habría incurrido en la corrupción", lo que, según el politólogo, habría llevado a una parte del electorado de Brasil "a apoyar el extremo totalmente opuesto".
Sin embargo, matizó que el proceso todavía se encuentra en "una fase inicial" y que prueba de ello sería que el diputado extremista del Partido Popular (PP), Jair Bolsonaro, "fue claramente dejado de lado por la mayoría en las manifestaciones en Río de Janeiro".
Por último, Santoro alertó que "la energía política en Brasil está en estos momentos en los extremos" y que son estos "los que están proponiendo nuevos marcos de actuación y agitando las redes sociales" mientras que "los partidos tradicionales, y por tanto moderados, se han quedado en segundo plano".