"No se plantea la cuestión de condonar la deuda griega, otros países de la zona euro no lo aceptarán", dijo Juncker al diario francés Le Figaro. Asimismo señaló que Europa se muestra dispuesta a mantener diálogo con las autoridades helenas y subrayó que "no amenaza a Grecia". "Posiblemente lleguemos a varios acuerdos pero no cambiarán sustancialmente lo que tenemos ahora", añadió.
El presidente de la Comisión Europea destacó que "las elecciones del domingo no generaron otro mundo" y dijo que la UE respeta "el derecho de Grecia de votar, y Grecia, por su parte, debe respetar a otros, la opinión pública y a parlamentarios de otros países europeos".
La coalición de izquierda radical Syriza ganó las elecciones parlamentarias griegas del pasado 25 de enero.
El nuevo primer ministro griego y líder de esta formación, Alexis Tsipras, prometió poner fin a la política de austeridad impuesta por el Gobierno alemán, al que responsabiliza de la crisis que vive Grecia, y abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre Atenas y sus socios europeos.
En 2010, a raíz de la crisis de la deuda, Atenas tuvo que solicitar la ayuda extranjera.
Al cabo de dos años Grecia firmó un acuerdo con la Troika de acreedores –el Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI)– que le otorgó créditos a cambio de varias exigencias, entre ellas, llevar a cabo las reformas estructurales y privatizar los activos estatales por unos 50.000 millones de euros hasta finales de 2015.