"El indicador más riguroso para medir el estado del mercado laboral es el de horas trabajadas. El Instituto Nacional de Estadística lo acaba de publicar y se ve que el número de horas trabajadas son prácticamente las mismas, a pesar de que hoy en día hay 410.900 personas más trabajando", dijo el experto. Garzón destacó que "aumentó el número de ocupados, pero no se atiende a las condiciones laborales en las que se registran los nuevos contratos". "El empleo creado es mayoritariamente de contratos a jornada parcial y temporal", enfatizó.
El estudioso indicó que los contratos a jornada parcial y temporales van aumentando, pues "cuando (el presidente del gobierno español) Mariano Rajoy llegó a la Moncloa a finales de 2011, el peso de estos contratos era de un 14,9% y hoy en día es de un 17,4%". "Se está precarizando el empleo", sentenció.
En el caso de los contratos temporales, precisó, hace tres años constituían un 23,5% y ahora están en torno al 24,2%. "El balance es que ya no se destruye empleo en España desde hace más o menos un año, pero tampoco se está generando de forma notable, como horas trabajadas", dijo Gazón.
Precisamente las horas trabajadas son, según el experto, el indicador importante, pues es el que "define la masa salarial o la renta generada".
PREVISIONES PARA 2015
A juicio de Garzón, las previsiones para 2015 del Gobierno de Rajoy son "demasiado optimistas". "La economía española está totalmente ahogada, el Gobierno ha reducido toda innovación y desarrollo y sigue impulsando una estructura productiva de bajo valor añadido que crea empleos precarios y de malas condiciones", afirma.
Como factor positivo, el experto puso sus esperanzas en "las políticas macroeconómicas que hoy pone en marcha el Banco Central Europeo", relacionadas con la compra de la deuda pública. "Estas medidas calmarán los mercados, afectarán a determinados indicadores como la bolsa o la prima de riesgo y crearán un ambiente que podría ser favorable a la hora de tener un entorno que permita la creación de empleo", señaló.
Pero el economista advirtió seguidamente que "eso no quiere decir que se vayan a crear muchos puestos de trabajo ni que vayan a ser de calidad".