Los nacionalistas participaron activamente en las mesas de trabajo, pero ya han indicado su insatisfacción por el alcance de las propuestas legislativas. Por lo pronto, Sturgeon ha denunciado esta mañana que el proyecto de ley "ha aguado significativamente" la promesa dada por los tres líderes de las principales formaciones británicas sobre el futuro político de Escocia.
En vísperas de la consulta popular, cuando la causa independista avanzaba fuerte en los sondeos de opinión, Cameron se comprometió con el vice primer ministro, el liberal demócrata Nick Clegg, y el líder laborista Ed Miliband, a traspasar a Edimburgo competencias fiscales y sociales.
El anterior primer ministro, el laborista Gordon Brown, explicó entonces que las concesiones ofrecidas a Escocia equivaldrían a la creación de un sistema cuasi federal en Reino Unido.
Cameron ha cumplido el pacto únicamente en cuanto a los plazos prometidos para presentar el texto legislativo, según critican los nacionalistas escoceses. La reforzada autonomía no será realidad, sin embargo, hasta después de las elecciones generales al Parlamento británico del próximo mayo.