La PACE privó en abril de 2014 a la delegación rusa del derecho de voto y suspendió su participación en las reuniones de los organismos dirigentes al condenar lo que calificaron de "anexión" de Crimea a Rusia. En señal de protesta, los delegados rusos abandonaron la sala de reuniones hasta que competencias se les hubieran devuelto.
“Soy optimista, creo que nuestros colegas, nuestros socios parlamentarios y otros políticos europeos tendrán sentido común”, dijo Narishkin. Anteriormente, declaró al diario Kommersant que Rusia cuestionará su permanencia en el Consejo de Europa, si no la dejan mantener un diálogo abierto en la asamblea parlamentaria de este organismo, PACE. “Cada país miembro tiene derecho de abandonar el Consejo Europeo, si considera que su presencia en esta organización sea imposible o poco interesante (…), si Rusia saca una conclusión semejante, cuestionará su permanencia en el Consejo de Europa”, declaró Narishkin.
No obstante, en la sesión invernal de la PACE, su presidente, Anne Brasseur, declaró a RIA Novosti que “la delegación rusa probablemente recupere su derecho de voto”.
En noviembre pasado, el secretario general de la PACE, Wojciech Sawicki, declaró en una entrevista a la cadena alemana Deutsche Welle que no descarta la posibilidad de que los poderes de la delegación rusa queden restringidos, "teniendo en cuenta la resolución aprobada en abril".