El dato, publicado este miércoles por el diario brasileño 'Folha de Sao Paulo', resulta de especial gravedad si se atiende que en el momento de su construcción la ciudad y el Estado de Río de Janeiro emplearon más 1.000 millones de reales (381,7 millones de dólares) en su construcción, cuatro veces el precio del proyecto inicial de 2002, alegando que las estructuras servirían de cara a los JJ.OO de 2016.
Tan solo 7 años después de albergar las competiciones del los Panamericanos, instalaciones como el recién remodelado estadio Joao Havelange o el Arena Barra han tenido que ser fuertemente remodeladas, llegando en el primer caso a pagarse una reforma de 100 millones de reales (38,1 millones de dólares) tras haber sido clausurado en marzo de 2013 al detectarse serios fallos en la estructura metálica del techo.
Todo ello sin contar que el velódromo de 2007 no cumple con los requisitos olímpicos y tendrá que ser construido uno nuevo en la ciudad olímpica de Barra da Tijuca, por un coste aproximado de 112,9 millones de reales (43,1 millones de dólares).
Solamente el Centro Nacional de Hípica costará 157 millones de reales (59,9 millones de dólares) para ser reformado mientras que el Centro Nacional de Tiro Deportivo fue construido sin cumplir ninguna de las regulaciones olímpicas, solamente basta con atender que los baños públicos se encuentran a más de 300 metros de la zona del público.
Por su parte, los organizadores de los Panamericanos de 2007 y de Río 2016 justifican el gasto extra asegurando que las federaciones deportivas y el Comité Olímpico Internacional (COI) "renuevan sus exigencias anualmente", por lo que "exige la adaptación de los recintos inaugurados hace siete años" y justifica las adaptaciones como requisito para cumplir con "parámetros de seguridad".
