"La CBP ha invertido cantidades importantes en un programa que no ha logrado los resultados esperados, y no puede demostrar hasta qué punto el programa ha mejorado la seguridad fronteriza", sentencia el documento emitido el martes.
Según el informe, el coste del programa en el ejercicio fiscal 2013 ascendió al menos a 62,5 millones dólares.
La auditoría realizada reveló que los drones estuvieron en el aire sólo el 22% del tiempo inicialmente previsto y cubrieron solo el 9% de los tramos de la frontera que debían vigilar.
Se descubrió además que el coste de una hora de vuelo alcanzó los 12.255 dólares, en lugar de los 2.468 estimados inicialmente.
"Los 443 millones de dólares que la CBP tiene previsto gastar en la ampliación del programa podrían tener un mejor uso a través de inversiones en alternativas", resume el Departamento de Seguridad Nacional.
La eficacia del programa no se pudo demostrar, puesto que la CBP nunca llevó a cabo mediciones de rendimiento.
El organismo es el responsable de dar protección a casi 7.000 kilómetros de frontera terrestre y 2.000 kilómetros de aguas costeras de EEUU.
Entre 2005 y 2013, la CBP invirtió unos 360 millones de dólares para comprar drones.