"Percibimos la adhesión del presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, a los acuerdos de Minsk, su deseo de que se cumplan", destacó el canciller ruso al agregar que esta actitud se puso de manifiesto en la conferencia telefónica del pasado día 22 entre los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
Lavrov señaló que no será fácil poner en práctica estos acuerdos, pero al mismo tiempo expresó "la esperanza de que el proceso se esté aproximando a su término en lo concerniente a la línea de separación definitiva".
Recordó que las partes ya procedieron a la retirada de armas pesadas y que "militares ucranianos y representantes de las milicias trabajan sobre el terreno con la ayuda de oficiales rusos enviados por invitación personal del presidente de Ucrania".
El número de incidentes ha disminuido drásticamente y aunque hay algunas víctimas, la situación es incomparable a la de antes, dijo.
El jefe de la diplomacia rusa confía en que la nueva ronda de negociaciones iniciada el miércoles en Minsk ayude a "lograr comprensión y dar pasos prácticos para el intercambio de prisioneros", además de facilitar el transporte de la ayuda humanitaria a Donbás.