En su comunicado, Standard & Poor's explica esta decisión por el deterioro de la situación económica de Rusia en medio de la volatilidad en el mercado financiero.
La puesta en revisión significa con una probabilidad del 50% que la calificación crediticia bajará en los próximos 90 días.
La propia calificadora dice que su intención es concluir la revisión hacia mediados de enero próximo.
Si la agencia rebajara en un escalón la calificación de Rusia, sus bonos pasarían al grado de no inversión o basura.
Grandes fondos de inversión que no tienen derecho a mantener en su cartera los bonos con alto riesgo de impago, intentarían en este caso deshacerse de la deuda rusa.