Esta decisión "abre dinámicas históricas, las cuales no resolverán el conflicto en su totalidad, pero crean condiciones para relaciones más estables entre los dos estados", destacó el politólogo.
López-Levy recordó que "la relación con los Estados Unidos ocupa un lugar central en la agenda diplomática cubana".
"Es la primera vez en la historia, salvo un antecedente con presidente Carter, cuando podemos decir que un presidente norteamericano esboza un camino a la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, en el cual ambos estados se comprometen con los principios del derecho internacional", dijo.
El experto duda que Estados Unidos renuncie a sus valores ni a la promoción de un sistema político distinto en Cuba. "Pero es un paso importante para desarrollar una relación estable, saludable con la isla", subrayó.