En aquella ocasión, Bolsonaro interrumpió el discurso de la diputada del PT contra la dictadura militar y afirmó que "no la violaría porque no se lo merece", en alusión a un encontronazo que ambos mantuvieron en el año 2003 en los pasillos del Congreso.
Sus palabras le valieron la petición de cese de sus actividades parlamentarias por cuatro formaciones políticas: Partido de los Trabajadores, Partido Comunista de Brasil, Partido Socialista de Brasil y el Partido Socialismo y Libertad.
Por su parte, Bolsonaro afirmó durante una entrevista a Sputnik publicada este lunes que "jamás pediría perdón por sus palabras" y que "la prensa brasileña no explica que había sido llamado violador por la diputada en tres ocasiones".
Además, Bolsonaro declaró ayer que "el Carnaval que hicieron en 2003 fue enorme pero este es mayor" y reiteró que "no puede ser juzgado dos veces por el mismo caso", en referencia a que en aquella ocasión el Consejo de Ética decidió archivar el caso.
En los próximos 10 días, el diputado elegido por sorteo para liberar el proceso disciplinar, Ricardo Izar del Partido Social Democrático (PSD), tendrá que aclarar si se lleva para adelante el proceso de cese o si se archiva el caso, en caso positivo el Congreso tendrá 90 días para tomar una decisión.